domingo, 14 de junio de 2009

DINAMICAS PARA TUTORIAS

(...) Por esta razón, he optado proponer para el desarrollo y actividades, el método socio-afectivo (Grasa, 1988) como enfoque particular para abordar el tratamiento de los conflictos. Considero que éste es un marco de trabajo que permite presentar de modo integrado los distintos elementos implicados en el desarrollo de una educación integral de la convivencia. Esto es, experimentar y sentir los conflictos, dialogar, y por último, comprometerse con la acción. Basándonos en la propuesta del Seminario de Educación para la Paz (1994: 49), el esquema de enseñanza que se propone para su desarrollo puede seguir estos pasos:
1.- Se genera un clima previo mediante algunos ejercicios de creación de grupo y de confianza en el grupo.
2.- Se parte de experimentar una situación (un juego, un acontecimiento, una escenificación, etc.).
3.- Se produce un proceso de discusión en el que se pone el énfasis tanto en el reelato de lo sucedido como en la expresión de los sentimientos de los participantes.
4.- Se generaliza la discusión y se intentan poner en común algunas impresiones.
5.- Tras la motivación de la experiencia vivida, se puede pasar a la información.
Como vemos en este esquema metodológico, lo que se pretende es crear condiciones de seguridad grupal y vivenciar personalmente algo antes de intentar entenderlo y teorizar sobre ello, así se provocará la posibilidad de poder empatizar con las situaciones, lo cual nos coloca en un plano mejor para potenciar el cambio de actitudes y de valores que están en la base de las cuestiones relacionadas con la convivencia. (...)
Texto tomado del libro: Resolución de conflcitos desde la acción tutorial. (Juan Carlos Torrego Seijo - Coordinador)
Editado y enviado por la Conserjería de Educación de la Comunidad de Madrid. Dirección de Ordenación Académica, 2003.
ISBN: 84-451-2546-X
Durante estos años siempre he pensado que los alumnos (y nosotros mismos) aprendemos valores poniéndonos en lugar del otro y experimentando aquello que queremos vivir o quisiéramos vivir. El clima de aula (o grupo) adecuado está en la base de cualquier aprendizaje y está en la base de los aprendizajes de valores, del desarrollo moral y del cambio de actitudes. A partir de la vivencia y la posterior reflexión, siempre en un entorno adecuado y mediado por el/otro adulto, los alumnos y los adultos aprendemos después de vivir una experiencia de laboratorio, aunque muy significativa. Por poner un pero, sólo no funciona con aquellos que niegan su valía de entrada y no están dispuestos a "dejarse interrogar" por sus vivencias.